domingo, 10 de febrero de 2013

AGUILAS/ El clásico lo ganó el de siempre

Alfonso Soler/ Aguilas

La noche más esperada por los carnavaleros se saldó con una gran fiesta que arrancó alrededor de las 22.00 horas, cuando Inmaculada Vidal y Salvador Hernández, Doña Cuaresma y Don Carnal respectivamente, llegaron a la puerta del Ayuntamiento. Justo antes lo hizo la Musa Gema Moreno, recibida por el alcalde, que quiso ser testigo presencial de la gran batalla que estaba a punto de estallar en La Glorieta. Ambos personajes se afanaron en su labor bélica y cruzaron la ciudad, en las horas previas al duelo, en busca de mercenarios para la gran batalla posterior.
Unos de negro, otros de colores, lograron reclutar a varios centenares de seguidores cargados de huevos rellenos de confeti y con proclamas contra su contrincante. Cualquier gesto era tomado por el rival como una provocación y aprovechado para justificar lo inevitable: la guerra estaba a punto de empezar. La munición empezó a volar sobre las cabezas de ambos bandos cuando se dio comienzo al inicio de la disputa. En esos momentos, la imagen era espectacular. La munición volaba de un lado a otro entre cánticos a favor de uno y de otro. «¡Arriba la Cuaresma, abajo Don Carnal!» gritaban unos, «Don Carnal, Don Carnal», clamaban los otros.
Cuando la lluvia de proyectiles cesó, los dos personajes prosiguieron la guerra sobre el escenario ensamblado frente a las puertas del ayuntamiento, con la tradicional batalla dialéctica en la que, como manda la tradición ganó Don Carnal, proclamando el estado de fiesta, y con la amenaza de Doña Cuaresma de tomarse la revancha el próximo sábado con la quema de su adversario. Como carnavalera que es, le anima a Don Carnal que disfrute de su semana de fiesta, ya que su reinado es efímero.
Tanto Inmaculada Vidal como Salvador Hernández escogieron dos civilizaciones con arraigo para sus respectivos trajes, muy semejantes a los que utilizaron en la gala del cambio de poderes. Ella llegó vestida con un atuendo inca -como el resto de integrantes de su peña Adamantium-, continuando con el mensaje apocalíptico que anunció en su proclamación como Doña Cuaresma y en un claro guiño a las profecías fallidas de final de año. Él apareció como un emperador chino, majestuoso y colorido, con la única intención de proclamarse el rey carnavalero.
Con la fiesta como estado de ánimo, miles de ciudadanos -gran parte eran venidos desde otros puntos de la Región, aprovechando el día festivo de hoy- saltaron a las calles para poner en práctica las pregonas de Don Carnal. El sábado noche se ha convertido en una gran fiesta de disfraces de grandes dosis de imaginación y un derroche de creatividad único. Fue la guinda a un día de festejos. En cualquier punto de la ciudad y a cualquier hora del día Águilas fue carnaval.
Antes de la batalla, en el salón de plenos del ayuntamiento, las autoridades aprovecharon los últimos instantes de tregua para la entrega de galardones al Gran Maestre de la Cuerva, Francisco Ruiz Risueño; al Cascarón de Oro, Inés Paz, en representación del programa 'La Mañana de la 1' de TVE; y al pregonero, Jordi Rebellón, momentos antes de asomarse al balcón municipal y pregonar los carnavales de Águilas. Todos los premiados coincidieron en ensalzar estas fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional y animaron a venir a Águilas a todos los que todavía no han vivido su carnaval.
Hoy, primer desfile
Tras la actuación de todos los personajes, -la suelta de la Mussona, la Batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma-, el pregón de la Musa- y la celebración de otros actos como los concursos de cuerva, de los trajes de papel y de maquillaje corporal, hoy arranca la segunda parte del carnaval con el primer desfile de peñas y comparsas. En total serán 36 peñas las que desfilen a partir de las 18.00 horas por la Avenida Juan Carlos I hasta completar su recorrido en La Glorieta. Unos 2.000 peñistas participarán de esta primera jornada de desfiles y se prevé que varios miles de espectadores lo presencien desde los palcos instalados por la Federación de Peñas.
Rebellón, «en familia»
Jordi Rebellón inscribió anoche su nombre en la historia del carnaval con un pregón que, según reconoció, tardó apenas tres cuartos de hora en redactarlo. «No necesité prepararme mucho más porque me salió desde el alma, el amor y el cariño que tengo a esta tierra». El actor declaró su sentimiento por Águilas y recordó los vínculos familiares y personales -tiene una casa en la pedanía de Calabardina- que le unen al municipio. «Cuando estoy en Águilas, disfrutando del mar, me siento en todo mi esplendor».
Con un semblante de gratitud y emoción, Rebellón admitió ser uno más de Águilas y reconoció sentirse «en familia» cada vez que viene a la ciudad costera. «No soy pregonero de Águilas, soy un aguileño que pregona sus carnavales», dijo efusivamente. Como actor, se acordó de Paco Rabal, a quien describió como el mejor embajador de su pueblo porque «vendía Águilas como nadie».
De Águilas y sus carnavales los describió como un lugar con mucha imaginación y recordó que para alguien con raíces aguileñas y que viene habitualmente, «es una ilusión ser pregonero de los carnavales».


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